domingo, 1 de julio de 2012


[ Tangerina XXIX ]



f

ue casual. Pensaba entonces en Amos Illich cuando recibí la noticia. Amos tenía diecisiete años cuando se suicidó en el altillo, sin que nadie hubiera podido sospechar lo más mínimo.

Mi hijo Ivan tiene diecisiete años; vienen a hablarme de él. No supe, al principio, qué habría hecho esta vez.

Ahora veo la multitud. Son pequeñas figuras captadas débilmente, sin enigmas que resolver; no huelen a nada.

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