El próximo día 31 de enero se cierra el plazo de admisión de obras del XX Certámen de Poesía y Narrativa Villa de Iniesta. Cada año, el Ayuntamiento publica Habitando el Olvido, con los relatos y poemas ganadores del Certamen e ilustraciones de Francisco Izquierdo.
En su XVIII edición, la primera parte del relato La tierra fértil, de Juan González de las Casas, bajo el título de Monseñor, obtuvo el Segundo Premio. Podemos leer aquí un fragmento:
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Nunca había pensado tanto en la muerte; no, al menos, como empezaba a hacerlo ahora, no de esta manera. Ni siquiera en las pequeñas muertes que a veces nos infligimos en forma de debilidades y que nos provocan una impresión que se confunde sin remedio entre el dolor y el placer.
Acudí entonces sola a casa de Monseñor y simulé estar con él en buena conversación al brasero. Vi la bolsa del breviario a su espalda y le pedí que lo sacara. Cuando se giró, con un hierro y de un solo golpe le quebranté los cascos. Así lo encontraron, con el breviario ensangrentado y algunas hojas arrancadas.
Acusaron al portugués, de quien nada supe apenas, pues los incendios y otros crímenes hicieron de Lucia Barga un lugar imposible; solo oí lo que dijeron, que partió camino de las Malucas, de donde los portugueses, navegando al Oriente, traen las especias, y que dio una vuelta al universo mundo, luciendo un ojo menos.
Acusaron al portugués, de quien nada supe apenas, pues los incendios y otros crímenes hicieron de Lucia Barga un lugar imposible; solo oí lo que dijeron, que partió camino de las Malucas, de donde los portugueses, navegando al Oriente, traen las especias, y que dio una vuelta al universo mundo, luciendo un ojo menos.
Nuestro río, hasta ahora fresco y caudaloso, se muestra seco a su paso por Lucia Barga, salvo por un hilillo como de baba que recorre algunos tramos, y el puente se asoma deshecho a él; las aguas de sus lejanos y legendarios saltos ya no cicatrizan las heridas y las fuentes gemelas no curan la demencia; al contrario, unas se han vuelto amargas y corroen las carnes de los hombres, y las otras han terminado por provocar el delirio. Las casas cercanas a la orilla aparecen inundadas de desperdicios, los campos son ahora de yertos rastrojos y los árboles, descuidados, han perdido las hojas.
Hoy no hay obispo en Lucia Barga, pues terminaron por huir sus Provisores y la Audiencia Episcopal. Las gentes talaron la mayor parte del Soto que llaman de Magaz, propiedad del obispo, y rompieron las cubas de vino. No hay ánimo esforzado en esta tierra, antes rica, ancha y recogida, que ya no tenga medio tragada la muerte.
Razón debió tener aquel Astrólogo Judiciario cuando sacó un pronóstico en el que decía haber nacido una princesa que quitaría grandes males de este mundo, y esto no por más de pensar si fueron solos pecados de nuestro obispo, o si fueron tristes hados de Lucia Barga.
─Ego te absolvo in nomine patris, et…
.En la siguiente edición, tras las deliberaciones celebradas en la ciudad de Cuenca entre los miembros del jurado -Raul Torres, Juan González de las Casas, Francisco Caro y Antonio Esteban-, se concedieron los premios de narrativa y poesía 2009.
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El próximo día 16 de abril volveremos a reunirnos, de nuevo en Cuenca, para la concesión de los nuevos XX Premios Villa de Iniesta, que se entregarán el domingo 25, con ocasión de la Feria del Libro.
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